miércoles, 8 de julio de 2015
Tema 1
Tema 1.1 Dimensión Territorial.
Tema 1.2 Lo Regional y lo Local.
Tema 1.3 Nuestro Orígenes.
Tema 1.4 Entre Abya Yala, Cem Anahuac y América.
Descarga archivos de la Unidad 1
.
1.1 Dimensión territorial de nuestra patria y su ubicación en el planeta
El territorio continental de Venezuela está ubicado en la parte septentrional de Sudamérica, su límite sur está muy cerca del ecuador terrestre, por lo tanto forma parte de la zona intertropical. Sus límites geográficos son: Mar Caribe (norte), Colombia y Brasil (sur), Guyana (este) y Colombia (oeste), además su Mar Patrimonial le otorga fronteras con los mares territoriales de: Estados Unidos de América (Puerto Rico e Islas Vírgenes de los EE.UU.), el Reino de los Países Bajos (Aruba y Antillas Neerlandesas: Bonaire, Curazao, Saba, y San Eustaquio), la República Dominicana, Francia (Guadalupe y Martinica), Trinidad y Tobago, Colombia, San Cristóbal y Nieves, el Reino Unido , Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y Guyana.*** El territorio comprendido entre el límite oficial con Guyana (Río Cuyuní) y el río Esequibo comprende una extensa zona que Venezuela reclama como propia, conocida como la Guayana Esequiba.
Tomando como referencia el centro geográfico del territorio continental venezolano, el área que se encuentra exactamente al otro lado del globo terráqueo (antípoda) es la Península de Malaca, en el Sudeste Asiático, específicamente la región sur de Tailandia.
El territorio venezolano:
El territorio de Venezuela está formado por el territorio continental (tierra firme), que comprende 916.175 km2; el territorio insular (islas), que abarca 1.270 km2; el espacio aéreo; y las áreas marinas y submarinas. Entre las áreas marinas y submarinas se encuentran el mar territorial (el cual suma 71.295 km2 al territorio general), la zona contigua (22.224 km2), la zona económica exclusiva (348.176 km2 de extensión marina que incluyen la zona contigua), la plataforma continental (que corresponde al fondo marino, hasta la extensión de la zona económica exclusiva) y las aguas interiores, históricas y vitales. Visto así, el territorio (continental y marítimo) de Venezuela abarca 987.740 km2, ya que de las áreas marinas y submarinas sólo el mar territorial suma extensión al territorio, aun cuando en todas ellas el estado ejerce soberanía. Reclama 159.542 km² del territorio Esequibo a Guyana.
Geográfica
El país comprende muchas regiones geológicamente muy variadas. Al oeste se extienden la Cordillera de los Andes venezolanos. Estos se prolongan hacia el norte y se transforman allí en la Cordillera de la Costa (Venezuela). Al sur de esta cadena montañosa se encuentran los Llanos, con gran cantidad de ríos. Al sur de los Llanos corre el río Orinoco. Al sur del Orinoco está la región de las Guayanas, un escudo de la era precámbrica, una parte del cual se ubica en la cuenca del Río Negro e indirectamente en la del Río Amazonas y otra parte en la cuenca del Orinoco. La Guayana venezolana es la región más extensa del país y está formada, además del antiguo escudo guayanés, por amplias y elevadas mesetas que toman el nombre de Tepuyes, que le dan los Pemones, indígenas que habitan en la Gran Sabana.
Por encontrarse en la zona intertropical, Venezuela posee un clima cálido y lluvioso en general, pero debido a la orografía, los vientos, la influencia del mar y la orientación de las cadenas montañosas, hay diferencias climáticas. La latitud ejerce cierta importancia en la estacionalidad y cantidad de las lluvias, pero su papel es mucho menor en cuanto al efecto que tiene en las temperaturas. La altitud, sin embargo, constituye un factor que cambia drásticamente el clima, sobre todo en lo que se refiere a la temperatura, alcanzando valores muy diferentes según la disposición del relieve en lo que se conoce como pisos térmicos, bióticos o ecológicos.
Paleogeografía:
Comentarios Foto Nro 1
Venezuela durante el Pleistoceno tardio. Durante este periodo la extensión de los glaciares en la Cordillera de Mérida y Sierra de Perija era de más de 700 km2 y el nivel del mar era 125 m. más bajo.
Comentarios Foto Nro 2
Extensión de los glaciares durante la última era glacial en los Andes venezolanos hace aproximadamente entre 20,000 a 70,000 años. Actualmente queda menos de 1% de esa extensión glaciar, estando repartida en el Pico Bolívar y Pico Humboldt-Bonpland.
Clima:
La medida anual de temperatura se reduce sólo con la altitud, como por ejemplo en Los Teques (situada a 1.300 metros) con sus 19,8;°C de promedio anual contrasta con los pueblos y ciudades en el nivel del mar que superan los 27 °C de medida anual, aunque la amplitud térmica es muy escasa en todo el país (nunca supera los 4 °C de diferencia). No existen las estaciones bien marcadas, como sucede con las zonas templadas de ambos hemisferios. Por el contrario, por influencia de la lengua castellana introducida por los españoles durante el período colonial, se le denomina invierno a la época de lluvias, aunque ésta coincide, aproximadamente, con el verano (térmico) en el Hemisferio Norte. Y, por el contrario, se le denomina verano a la época de sequía que corresponde, también aproximadamente, al invierno en el Hemisferio norte (noviembre a abril). Los climas venezolanos están estructurados en "pisos térmicos", como se menciona a continuación:
-Tropical : desde el nivel del mar hasta 800 m. La temperatura media anual ronda de 13 °C a 23 °C. Un ejemplo de este clima son las ciudades de Maracaibo (árido) o Guanare (de sabana).
-Tropical cálido de montaña: entre 800 m a 1.500 m. (entre 10 °C a 23 °C). El clima propio de Caracas y Mérida.
-Tropical templado de montaña: entre 1.500 m a 2.800 m (entre 5 °C a 10 °C). Ejemplos son La Colonia Tovar y Timotes.
-Clima Frío de Montaña: por encima de los 2800 m las temperaturas está por debajo de 4 °C pero por encima de -3 °C, ejemplo sería San Rafael de Mucuchíes y Apartaderos.
-Clima Helado: en los picos de más de 4.700 m en donde reinan las nieves perpetuas, las temperaturas están por debajo de -3 °C.
La influencia del mar incide en cambios climáticos aunque en menor grado que la altitud, así en las zonas de costas las temperaturas máximas son altas, pero no tanta como Los Llanos, localizadas en el interior, además de esta región junto la Guayana los efectos de la continentalidad incide en amplitudes térmicas diarias más altas (de más de 0 °C), con respecto a la costa (no superior a 4 °C de amplitud media por lo general). Aunque en cualquier caso, en todo el territorio nacional las amplitudes térmicas anuales son insignificantes Con respecto a las precipitaciones hay variaciones en las distintas regiones venezolanas, en Los Llanos es tropical con una granpat estación seca (Clima intertropical de sabana), así en la zona costera del Mar Caribe es árido con escasas precipitaciones, exceptuando la vertiente del Atlántico donde llueve abundantemente. En las zonas montañosas de la Cordillera de la Costa (Venezuela), las lluvias varían según las disposición de las montañas, pero son suficientes y más regulares.
Hidrografía:
Venezuela está conformada por tres vertientes hidrográficas: la del Mar Caribe, la del Océano Atlántico y la del Lago de Valencia, que forma una cuenca endorreica. La principal es la del Caribe por el número de ríos que la constituyen, aunque suelen ser de corto curso y de caudal escaso e irregular, con alguna excepción como es el caso del Río Catatumbo, que nace en Colombia y desagua en la cuenca del Lago de Maracaibo. Al Océano Atlántico drena la extensa cuenca del río Orinoco, cuya superficie es superior a la de toda Venezuela. La cuenca del Orinoco es la tercera de América del Sur por su superficie y da origen a un caudal de unos 33000 metros por segundo, lo que convierten al Orinoco en uno de los ríos más caudalosos del mundo y también en uno de los más valiosos desde el punto de vista de los recursos naturales renovables. Un río que constituye un caso único en el mundo es el Casiquiare, que constituye una derivación natural del Orinoco y que, después de unos 500 km de longitud, desagua en el río Negro el cual es afluente, a su vez, del Amazonas.
Los principales afluentes venezolanos del Orinoco son el Arauca y el Río Apure por la margen izquierda y el Ventuari, el Caura y el Río Caroní por la margen derecha, entre otros.
Relieve de Venezuela:
Venezuela posee un relieve variado que va desde las cumbres de la Cordillera Andina en el oeste hasta las planicies deltaicas en el este pasando por los llanos en el centro-sur, la Cordillera de la Costa en el norte (considerada por muchos como continuación de la Cordillera Andina) y la amplia zona de mesetas del Macizo Guayanés al sur del Orinoco (la región más extensa, con el 50 % de la superficie total del país).
Nombre Altura (m)
Pico Bolívar 4 978
Pico Humboldt 4 940
]] || align=right|4 922
Pico Bonpland 4 883
Pico Espejo 4 765
Pico El Toro 4 756
Pico El León 4 740
Pico Los Nevados 4 700
Pico Pan de Azúcar 4 680
Pico Mucuñuque 4 670
Fauna y vegetación:
El país es considerado como uno de los Países Megadiversos por poseer una gran cantidad y diversidad de especies, sobre todo en lo que se refiere a las especies vegetales y a las aves. Y la diversidad climática y, al mismo tiempo, la estabilidad de los elementos del clima, han hecho que muchas especies vegetales y animales de otras partes del mundo se hayan introducido y hayan encontrado un hábitat sumamente apropiado para su desarrollo: casi todos los cultivos y especies domesticadas por el hombre pueden cultivarse en Venezuela en condiciones muy favorables, un hecho ya señalado hace casi dos siglos por Andrés Bello en su Silva a la agricultura de la Zona Tórrida. Venezuela está conformada por tres vertientes hidrográficas: la del Mar Caribe, la del Océano Atlántico y la del Lago de Valencia, que forma una cuenca endorreica. La principal es la del Caribe por el número de ríos que la constituyen, aunque suelen ser de corto curso y de caudal escaso e irregular, con alguna excepción como es el caso del Catatumbo, que nace en Colombia y desagua en la cuenca del Lago de Maracaibo. Al Océano Atlántico drena la extensa cuenca del río Orinoco, cuya superficie es superior a la de toda Venezuela. La cuenca del Orinoco es la tercera de América del Sur por su superficie y da origen a un caudal de unos 33000 m³ por segundo, lo que convierten al Orinoco en uno de los ríos más caudalosos del mundo y también en uno de los más valiosos desde el punto de vista de los recursos naturales renovables. Un río que constituye un caso único en el mundo es el Casiquiare, que constituye una derivación natural del Orinoco y que, después de unos 500 km de longitud, desagua en el río Negro el cual es afluente, a su vez, del Amazonas.
Los principales afluentes venezolanos del Orinoco son el Arauca y el Apure por la margen izquierda y el Ventuari, el Caura y el Caroní por la margen derecha, entre otros.
Recursos naturales:
Entre ellos destacan los minerales como petróleo, gas natural, hierro, bauxita, carbón, oro y diamantes; los recursos pesqueros son abundantes en la fachada marítima caribeña y atlántica así como en los ríos de los Llanos; los recursos forestales y las vastas extensiones agrícolas y pecuarias están muy subutilizados y se hallan en Los Llanos y en las zonas andinas, así como en el norte del país. Además, el enorme potencial hidroeléctrico presente en la región Sur del país (Guayana) viene a complementar y hasta sustituir en su mayor parte, el potencial termoeléctrico de las plantas que consumen gas natural y gasóleo.
Geografía política:
Caracas es la ciudad capital de la república, una metrópoli en donde se asientan los poderes públicos nacionales. Le siguen en importancia Maracaibo, Valencia, Barquisimeto y muchas otras.
Límites:
Límites de Venezuela:
Norte: mar caribe
Sur: Colombia y Brasil
Este: Guyana
Oeste: Colombia
Límites políticos:
Norte: Isla de Aves, Dependencias Federales Venezolanas, Mar Caribe, Trinidad y Tobago.
Sur: Río Negro, Estado Amazonas y Brasil.
Este: Punta Playa, desembocadura del Río Cuyuní, Estado Delta Amacuro.
Oeste: Mara, límite con Colombia, Estado Zulia.
Venezuela es un país ubicado en el extremo norte de América del Sur, en consecuencia entre el sistema ecogeográfico de la selva amazónica y el mar de las Antillas además de ser cruzado por los llanos centrales y el sistema montañoso de cordilleras andino-costero, dichas circunstancias proporcionan al país la posesión de límites naturales y políticos. Su soberanía es ejercida dentro del territorio comprendido entre sus fronteras, excepto en el área en litigio de la Guayana Esequiba.
Venezuela limita con catorce estados, tiene 5.161 km de fronteras terrestres que comparte con Colombia, Brasil y Guyana, también posee fronteras con un 20 % De Roraima debido a que las estadísticas demuestran que el porcentaje restante de Roraima (80 % Exx) le pertenece a Venezuela y además posee fronteras marítimas en el Mar Caribe y en el Océano Atlántico de las que ya tiene límites definidos de áreas marinas y submarinas con: Estados Unidos (a través de Puerto Rico y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos), el Reino de los Países Bajos (a través de Aruba, Curazao, Bonaire, Saba y San Eustaquio), República Dominicana, Francia (a través de Martinica y Guadalupe) y Trinidad y Tobago; tiene pendiente por definir con áreas marinas y submarinas con: Colombia, San Cristóbal y Nieves, Reino Unido (a través de Montserrat), Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y Guyana. Adicionalmente, puede limitar en el océano Atlántico con un país adicional, Barbados, en un posible punto trifinio junto con Trinidad y Tobago, lo cual dependerá de la fijación de áreas marinas y submarianas de mutua aceptación entre los tres Estados.
Población:
La población venezolana es bastante heterogénea. La mayoría de los habitantes tiene antepasados europeos, indígenas americanos y africanos, principalmente. Gran cantidad de inmigrantes han llegado a Venezuela en el siglo XX. Desde el punto de vista demográfico, Venezuela es un país relativamente joven, con una pirámide de población bastante ancha en la base, aunque tiene la tendencia a hacerse más angosta como resultado de un progresivo descenso de la tasa de natalidad. A comienzos de los años 90 (siglo XX), la proporción de la población femenina comenzó progresivamente a sobrepasar a la masculina, lo que representa una tendencia consistente con la etapa de transición demográfica. La mayor parte de la población vive en el norte del país (más del 70 % de la población), con una amplia zona casi despoblada al sur del Orinoco (la mitad de la superficie del país sólo concentra el 5 % de sus habitantes) y la región de Los Llanos, con algo más del 20 % de la población total. Alrededor del 80 % de la población es urbana, la mayor parte de la cual se concentra en las grandes ciudades.
La mayor parte de los venezolanos desciende de inmigrantes europeos, de indígenas venezolanos y de africanos traídos al país como esclavos en la época colonial.
Los venezolanos abarcan una variada combinación de herencias. Históricamente los actuales indígenas, los colonos españoles y los africanos han contribuido en diversos grados a la composición étnica y cultural de Venezuela. Posteriormente, oleadas de grupos europeos (italianos, portugueses y españoles) emigraron a Venezuela en siglo XX, influenciando muchos aspectos de la vida venezolana, incluyendo su cultura, lengua, comidas, y su música. (ojo)
Según la mayoría de las fuentes, más de la mitad de la población posee un origen racial mezclado; mestizos (europeo/indio), mulatos (europeo/negro africano) y zambos (indio/negro africano). Alrededor de un quinto de la población posee ascendencia blanca europea, y un décimo son negros de ascendencia africana. La población restante está constituida por indígenas en una proporción estadística mucho menor. Las tribus indígenas más importantes situadas en el país son los wayúus, situados en el estado Zulia al oeste del país, los pemones al sureste y los yanomamos, ubicados en el estado Amazonas al sur del país.
Un porcentaje cercano al 85% de la población vive en zonas de la región costera del país, repartida en numerosas conglomeraciones urbanas (Caracas, Maracay, Maracaibo, Valencia, etcétera), aunque casi la mitad del área geográfica de Venezuela se ubica al sur del río Orinoco; esta región contiene solamente un 5% de la población venezolana.
1.2 Lo regional y lo local:
El presente documento ofrece un conjunto de reflexiones sobre los retos institucionales que posee el proceso de planificación regional y local. Para ello, es necesario advertir que uno de los problemas acusados por esta práctica radica en el déficit de uso de la base conceptual que soporta la formulación y las decisiones de las políticas públicas correspondientes. Por ello, se insistirá en esta vertiente dela discusión para, finalmente, aproximarnos a algunos lineamientos en la materia. El trabajo se ha estructurado en tres partes que son las siguientes:
a) Consideraciones sobre la planificación regional estado céntrica,
b) La transición basada en el mercado y
c) Retos institucionales en el territorio.
I. La planificación regional Estado Céntrica.
Las ideas de planificación y del desarrollo nacieron dentro del marco de un concepto político-territorial asociado a uno de los símbolos y realidad institucional más contundente de la modernidad: el Estado nacional. El surgimiento de tales ideas responde a la necesidad de producir procesos de cambio y apuntar a mejores niveles de vida dentro de los límites de esta forma de organización territorial de la sociedad.
Esa manera de entenderla planificación y el desarrollo obedeció a una óptica, según la cual la intervención lógica era la que se produjera desde el Estado. Se trataba de un nuevo Estado que emergía en la segunda postguerra y que con los antecedentes en las crisis de décadas anteriores, se le denominaría como el Estado Social, en contraposición a las viejas ideas del Estado Liberal no interventor en los asuntos de la sociedad (García Pelayo, 1980). En esa línea de pensamiento, el Estado se convertirá en decidor público y en formulador estratégicos de los pasos de la nación, con una activa presencia en la vida pública y con un aparato técnico-burocrático creciente (Salamanca, 1994). Para ello, este ente incorporó la capacidad que ofrecían los cambios científico-técnicos, sobre todo los referidos a la programación y técnicas de operaciones, con lo cual se creaba una nueva manera de trabajo en las estructuras del Estado para los fines propuestos.
Esta idea clara de intervenir y pretender el desarrollo con propuestas provenientes del Estado, tradujo el tejido de conceptos en políticas públicas a nivel nacional, teniendo al Estado como centro, desde donde era posible la coordinación política. En este sentido, se impuso un concepto estado céntrico, es decir, la dinámica social centrada en el Estado, dinámica que perseguiría regular, normativamente a todos los actores, pretendiendo representar la imagen de todos ellos para dar sensación de unidad social y con un Estado que, en consecuencia, actuaría en un orden asociado a estos elementos (Lechner, 1997). Ese orden sería, en primer lugar un orden centralizado, un orden jerárquico, una lógica vertical donde La instancia central imponía la política pública. En segundo término, sería un orden público, es decir, los cambios sociales sólo se asumen desde la asociación de que lo público es igual al Estado. Y, en tercer lugar, un orden con un interés deliberado, en el cual la política diseñada desde ese Estado central asumía que su accionar iba a producir cambios en toda la dinámica de la sociedad.
Las teorías del desarrollo regional, las cuales se fraguaron en las postrimerías de los años cuarenta y, fundamentalmente, en los cincuenta, se fundamentaron en los postulados estadocéntricos antes analizados. En consecuencia, la construcción de las regiones como horizonte de planificación estuvo soportada en la búsqueda de un impacto del estado centrismo en el territorio, acto al cual se le vinculó la utilización de los instrumentos de planificación para intentar coordinar el desarrollo socioeconómico en los territorios así designados. Este instrumental se aplicó en espacios menores de la nación y estuvo basado en los siguientes términos:
a. El modelo estado céntrico asumió que por absorción se podía optimizar la localización de la acción pública.
b. Cuando actúa puede optimizar el uso de los recursos naturales y sus potencialidades.
c. Que podía movilizarse en tanto que Estado a lo largo del territorio.
Los dos primeros postulados sirven para ejemplificar con claridad el caso venezolano. En nuestro país, los mismos se aplicaron a lo que se denominó la planificación regional de los años 60 y 70. Se trataba de desarrollar una actividad que privilegiaba el inventario de los recursos y las potencialidades de la zona, para, de allí, determinar las posibilidades de la inversión pública. Con ello, en consecuencia, se asumía que se producirían los índices de desarrollo en cada región. En esta perspectiva, se elaboraron numerosos estudios de potencialidades de recursos naturales, inventarios de inversión pública, se diseñaron cuentas de inversión pública regionales.
¿Qué pasó con ese modelo?, ¿Qué pasó con la idea del Estado como centro del desarrollo regional? ¿Cuándo hizo crisis el estado centrismo actuando en el espacio? El desarrollo regional espacial hizo crisis por tres factores:
1. La pretendida coordinación política de toda la sociedad desde el Estado, paulatinamente se fue deslegitimando.
2. Entraron en juego nuevas cualidades sociales, tales como la producción de conocimiento, la diversidad social, la diferenciación de los sistemas sociales (Luhmann, 1998) o la emergencia de nuevos procesos de innovación.
3. La identidad de las sociedades territoriales con las políticas estado céntricas llegó a su límite. En adelante, los pobladores dudarían de las políticas públicas orientadas según los criterios anteriores y comenzarían a demandar respuestas basadas en realidades político-institucionales (Barrios, 1984). Esta dinámica introdujo un giro en las visiones de los planificadores regionales, anclados en el paradigma espacial anterior.
Pero estas limitaciones fueron, consecuencialmente, deslegitimando la idea de región tal como se había delimitado en Venezuela: una región construida desde el centro y designada por un grupo técnico. Ya a principios de los años 80 estaba desgastada y se había deslegitimado la región administrativa, producto de un discurso construido centralizadamente y ante el avance del post fordismo como modelo de producción.
El desmontaje de la política regional en la década de los ochenta, fue creando un vacío en las articulaciones de los actores sociales del territorio con el Estado. Efectivamente, la coordinación de la sociedad basada en el criterio político desde el Estado entró en el terreno de la desilusión, al apagarse la certidumbre de la existencia de un centro político eficaz que lo resolviera todo. Así, los procesos de planificación se toparon con las limitaciones de implementación que introducía las nuevas cualidades sistémicas propias de la complejidad social a la que se asistía. En este marco de pensamiento, la región administrativa diseñada desde el centro, se deslegitimó como espacio territorial y como discurso de intervención estatal.
Transición basada en el mercado (Mercado Vs. Estado).
La propuesta liberal de los 80 se fraguó sobre las ruinas del Estado centrismo que le antecedió. El debilitamiento de las jerarquías y la consecuente desregulación de la sociedad, se convirtieron en sus postulados fundamentales. Como quedaría demostrado tiempo después, el modelo liberal que proponía la coordinación social a través del mercado, se enfrentaría a una trascendental paradoja: su implantación terminaría requiriendo la existencia de una fuerte intervención estatal (Lechner, 1997).
El mercado no ofrecía un imaginario colectivo ni un medio para la conducción social. Su postulado orientaba la acción a partir de la existencia de un mercado mundial que operando a partir de la competitividad sistémica, mostraba su capacidad organizativa y no sólo de recursos. ( Messner, 1999).
Al perder fuerza las instancias centrales y únicas de coordinación y planificación en toda América Latina en los 80 y 90, perderían vigor las oficinas de planificación gubernamental toda vez que la lógica de la nación estaba obedeciendo a nuevas formas de interrelación entre los actores. En consecuencia, se deterioraba la idea de tener el centro como la manera única para planificar.
Así, se repiensa al Estado, estableciéndose a finales de los 80 y a lo largo de los noventa, una diversidad de entes reguladores, agencias de desarrollo para la descentralización o la desconcentración, redes de seguridad social, diversos centros de poder y autonomías territoriales. Este conjunto institucional es lo que podemos denominar un proceso de liberalización basado en el mercado, mezclado con intervenciones para el desarrollo que aspiraban enfrentar el incremento de la complejidad social.
Esa complejidad social tuvo su impacto en el territorio en términos del uso de los espacios y el principal de ellos fue la construcción dela nueva institucionalidad territorial basada, por una parte, en la privatización de empresas públicas localizadas en diferentes puntos de la geografía nacional y, por la otra, en la instauración de los procesos de descentralización como mecanismo de representación política territorial y como medio para la ampliación de la democracia.
Este último elemento resulta clave para entenderlas nuevas formas territoriales de intervención que comenzaron a emerger hace casi dos décadas. Las mismas buscaron enfrentar la complejidad social a través de otra complejidad vinculada a la institucionalidad territorial, incorporando la diversidad de actores públicos y privados, a la vez que generando mayor capacidad de movilización y resistencia de los actores, fortaleciendo las sociedades civiles de toda América Latina y abriendo cauce a nuevos procesos de concertación social.
Ciertamente, el mercado per se no cumplió con las expectativas delas sociedades nacionales que reclamaban una nueva identidad, que lograra superar las limitaciones del estado centrismo de las décadas anteriores. Pero, a pesar de los severos enfrentamientos contra estos postulados, las ideas territoriales para la creación de institucionalidades diferentes y más eficientes, quedaron implantadas, hasta hoy, en los conceptos y las prácticas que conciernen al desarrollo territorial.
En ese sentido, es necesario resaltar que los procesos de descentralización latinoamericanos contaron con un consenso sociopolítico que se logró a partir de los beneficios que la reforma ofrecía. Tales beneficios, de mayor democracia y eficacia pública, al ser compartidos por todos los actores, hizo de la descentralización una reforma con vida propia respecto a las políticas de ajuste estructural de aquellos años (Haldenwang, 1999).
Retos institucionales en el territorio.
¿Cuáles son los retos institucionales en el territorio, es decir, cuáles son los retos para abordar con algo de probabilidad de éxito las políticas públicas territoriales?
Para pretender alguna respuesta, es necesario ubicarla conceptualmente. En primer término, es necesario entender y asumir que se están viviendo tiempos donde el desarrollo territorial reclama mayor descentralización y mayor aceptación de la diversidad de los actores que actúan bajo atmósferas institucionales de esta naturaleza. En segundo lugar, es indispensable tener presente que el desarrollo económico en el territorio, pasa a ser un acto deliberado, consciente, el cual requiere del acuerdo de los actores involucrados. Estos, al asumir el reto, propician cambios en la base productiva territorial. En tercer lugar, tales actos van asociados a la creación de un tejido productivo local a través de redes de innovación. Estas redes, en consecuencia, van a necesitar una presencia estatal diferente, menos intervencionista y más inductora y facilitadora. Una facilitación fundamental en la materia, se relaciona con los servicios de información y de desarrollo tecnológico de manera tal que puedan impactarlas cadenas productivas. En definitiva, se trata de la creación de un tejido productivo local y redes de solidaridad en un ambiente de innovación y oferta de intangibles (conocimientos) que impactan a todos los actores territoriales.
Conceptualmente, los factores antes señalados forman parte de visiones que han dado lugar al denominado desarrollo territorial sistémico, desarrollo sistémico integrador o a otro más común, el llamado desarrollo territorial endógeno. Esta elaboración ha sido posible a partir de las propuestas de varios autores (Boisier, 1999; Vásquez, Barquero 1999; Alburquerque, 1999) que, de manera diferenciada, han influido en los postulados y las prácticas de la gestión de lo territorial en América Latina.
La perspectiva territorial esbozada, deberá soportarse en la alianza entre el Estado, el empresariado territorial y la sociedad civil. Ni el Estado solo por su lado, ni ningún actor aislado, podrá soportar el peso y manejar la complejidad del cambio propuesto. Se requiere, en consecuencia, la inserción de los actores en un nuevo proyecto territorial, capaz de enfrentar la complejidad social y, en consecuencia, debe poseer un perfil fundamental: ser democrático y no excluyente.
De tal manera que los proyectos territoriales novedosos en el mundo, están basados en las características aludidas, y para su implementación es fundamental preguntarse ¿Cuáles son los incentivos que deberán introducirse para obtener alguna probabilidad de desarrollo económico y social local? En principio, podrían señalarse los siguientes:
• Transferencias de recursos desde actividades tradicionales hacia las de innovación con la finalidad de superar los rendimientos decrecientes. (Vásquez Barquero, 1999).
• Políticas públicas de recursos humanos calificados, capacidad empresarial y cultura de innovación (orientación hacia el conocimiento). (Boisier, 1999).
• Instituciones con más capacidad de regulación eficaz y menos de intervención y entorpecimiento.
Si así fuera, ¿de cuál desarrollo territorial se estaría hablando? Teóricamente, se propendería a un desarrollo construido a partir de la interrelación entre la sociedad territorio / la sociedad / mundo (diferenciación funcional de la modernidad) (Luhmann, 1998), a partir de la constitución de visiones complejas que superen los estrechos límites del parroquialismo local y el nacionalismo fanático, así como la innovación y el conocimiento pertinente. En consecuencia, la sociedad civil territorial se inserta en los sistemas diferenciados de la sociedad – mundo, se convierte en malla de absorción del conocimiento y la inversión productiva, por lo que el desarrollo regional aparece como una cualidad emergente del sistema social (Boisier, 2003).
Sin embargo, existen limitaciones severas para el cumplimiento de tales postulados. Las prácticas públicas continúan atadas a esquemas lineales en cuánto a la manera de percibir los problemas de la sociedad territorial, utilizándose para ello instrumentos basados en la relación “causa – efecto / medio – fines”, con lo cual se repiten las prácticas estado céntricas que convierten al Estado no solo en el actor principal, sino en el único actor sobre el territorio. Esta manera de entender al mundo, presente todavía en el liderazgo estatal latinoamericano y, particularmente, en el venezolano, marcha a contracorriente con las sociedades contemporáneas que tienden a comportarse más como remolinos y menos como cajas negras. (Boisier, 2003).
Por todo lo antes expuesto, los gestores locales requieren de un reentrenamiento mental (no instrumental) para intentar algún grado de éxito en el desarrollo de sus territorios. Hay que incentivar a los actores para crear climas de confianza e inserción de las redes productivas locales en los sistemas funcionales de la sociedad – mundo. En esa perspectiva, queda planteado un conjunto de retos institucionales para abordar a la planificación regional y local con nuevas fuerzas y mejores instrumentos. Unos lineamientos no exhaustivos al respecto, serán los siguientes:
1. Las administraciones locales están obligadas a crear una nueva cultura institucional en el territorio.
2. Se imponen las políticas para la creación de climas de innovación y para la producción de conocimiento
en estados, municipios y ciudades.
3. El gasto público descentralizado o centralizado por si solo, no logrará afrontar los retos de las sociedades territoriales actuales. Se requiere una sinergia que incorpore la inversión privada productiva, tanto de los factores empresariales territoriales como los ubicados en cualquier lugar del mundo, capaces de conectar con las aspiraciones de las sociedades locales.
4. Los líderes públicos están llamados a ser menos interventores tradicionales, muchas veces apareciendo como agentes inquisitorios, y convertirse en animadores de espacios productivos.
1.3 Nuestros Orígenes
Época precolombina:
Se cree que el ser humano apareció en el territorio que hoy se conoce como Venezuela hace unos 30.000 años, proveniente de la Amazonia, los Andes y el Caribe. La época precolombina en Venezuela a partir de ese instante puede dividirse en cuatro períodos: Paleoindio (30.000 a.C - 5.000 a.C), mesoindio (5.000 a.C. - 1.000 a.C), neoindio (1.000 a.C - 1.500 d.C) e indohispano (1.500 hasta el presente). Los períodos paleoindio y mesoindio se caracterizaron por la elaboración de instrumentos de caza de grandes animales como el megaterio, el mastodonte y el gliptodonte; así como el posterior desarrollo de artes de pesca y la navegación a las islas del Caribe.
Durante el período Neo-Indio hubo importantes desarrollos en la agricultura autóctona, la arquitectura y la cerámica: se construyeron terraplenes, elevaciones, presas, terrazas, canalizaciones y bóvedas para alimentos; se adquieren conocimientos sobre los ciclos naturales de la flora y fauna local para su mejor aprovechamiento; y se tallaron esculturas y otras obras en cerámica, destacándose la serie de las Venus de Tacarigua alrededor del lago de Valencia, así como los ornamentos cerámicos de la región andina, como los de la cultura carache.
Entre las tribus más importantes se destacaban los timoto-cuicas en los Andes, vinculados cultural mas no lingüísticamente a los chibchas; los caribes en las regiones del oriente y centro del país, Guayana y partes del Zulia y los llanos, quienes después de conflictos territoriales adquirieron la costa norte de Sudamérica y se extendieron a las Antillas; los arawakos, asentados en parte de las regiones del que es hoy el estado Amazonas, buena parte del occidente, centro occidente y parte de las costas. Algunos pueblos de filiación arawak son los wayúu, ubicados en el occidente del país hacia el norte, y los caquetíos, que poblaron el norte del actual estado Falcón y que fueron desplazados por los conquistadores hacia los llanos occidentales. También hubo pequeñas migraciones de grupos independientes que poblaron la cuenca del Orinoco y otras reducidas zonas del país.
Los indígenas de Venezuela usaban barro y paja u hojas de palma para edificar viviendas y otras construcciones, como palafitos con madera, cañas y paja. Los timoto-cuicas, por su parte, utilizaban la roca como principal material arquitectónico. Otros materiales como conchas marinas, eran empleados para el intercambio comercial ordinario, o trueque. La fauna de los años prehistóricos y precolombinos estaba formada por dantas, tigres dientes de sable, armadillos gigantes, entre otros. Al llegar los españoles existían en Venezuela numerosas etnias que hablaban lenguas caribe, arawak, chibcha y tupí-guaraní. Además, pudieron diseñar una mitología muy rica, y la cosmogonía de tribus como la de los maquiritare guardan sorprendentes similitudes con el Génesis bíblico.
La arqueología venezolana ha encontrado recientemente importante evidencia de desarrollo en las culturas prehispánicas afincadas en suelo venezolano. Tal vez las muestras más destacadas son las halladas en la cuenca del río Unare, cerca de la localidad de Onoto, en Anzoátegui. Al iniciarse los trabajos para la construcción de una represa, se descubrieron decenas de grandes esferas líticas, algunas de hasta dos metros de diámetro. Las investigaciones adelantadas por varios expertos han logrado determinar que tales esferas no son de origen natural, ya que muestran evidencia de lasqueado y ornamentación, además de los puntos de percusión característicos de este tipo de escultura.
Época colonial:
Venezuela fue avistada por Cristóbal Colón en su tercer viaje, el 1 de agosto de 1498, cuando llegó a la desembocadura del río Orinoco después de haber pasado frente a la isla Trinidad. Era la primera vez que los españoles tocaban tierra firme continental, tomando en cuenta que en los dos primeros viajes llegaron a territorios insulares. Colón observó las corrientes del Orinoco y las selvas, y prosiguió su viaje por el golfo de Paria, bordeando la costa cerca de la isla de Margarita. El año siguiente en 1499 Alonso de Ojeda realizó una expedición más extensa por la costa, llegando al Cabo de la Vela en la península de La Guajira después de pasar por el golfo de Paria, la península de Paraguaná y el golfo de Venezuela.
Poco después, el Imperio español emprendió la colonización del territorio con el establecimiento de la efímera gobernación de Coquibacoa y de ciudades y rutas comerciales entre la tierra firme y la metrópoli. Se efectuaron demarcaciones con el fin de crear una estructura jurisdiccional que se materializó con la creación de la Provincia de Margarita (1525), Venezuela (1527), Trinidad (1532), Nueva Andalucía y Guayana (1568) y posteriormente la de Maracaibo (1676). En 1528 el rey Carlos I expidió la Capitulación de Madrid, arrendando temporalmente parte de la Provincia de Venezuela a la Familia Welser y a la Familia Fugger, lo que dio paso a la creación del Klein-Venedig, una de las gobernaciones alemanas en América.38 No obstante, los españoles enfrentaron varias rebeliones por parte de los indígenas locales, siendo las más destacadas la comandada por el cacique Guaicaipuro en 1560 y la sublevación de los Quiriquires en 1600, y hasta de sus propios coterráneos, como Lope de Aguirre y sus marañones provenientes del Perú.
El orden colonial terminó de implantarse hacia finales del siglo XVI con el cabildo y la Iglesia católica. Al mismo tiempo, se propició un mestizaje entre los habitantes de las provincias, lo que terminaría por definir el perfil social del país. El comercio y la extracción de recursos minerales y naturales florecieron, sobresaliendo la profusa exportación de cacao, añil y tabaco, a la vez que las provincias enfrentaban ataques de piratas como el de Henry Morgan a Maracaibo en 1669. Ante el auge del contrabando por la región en los años siguientes, se resolvió crear en 1728 la Real Compañía Guipuzcoana para ejercer el monopolio comercial.
Las provincias existentes, entonces gobernadas alternativamente por la Real Audiencia de Santo Domingo y la de Santafé de Bogotá, pasaron a formar parte del Virreinato de Nueva Granada en 1717. Con el ascenso al poder de la Casa Borbón el rey Carlos III conformó un solo ente autónomo al crear la Capitanía General de Venezuela en 1777. Esta nueva unión política se consolidaría con la creación de la Real Audiencia de Caracas en 1786.
Por otra parte, se experimentaron pérdidas territoriales durante este período: a partir de 1615 la región al oeste del río Esequibo comenzó a ser invadida por holandeses, quienes también tomaron militarmente Aruba, Curazao y Bonaire debido a la Guerra de los Ochenta Años, entre 1634 y 1636. Posteriormente, los británicos se hicieron con las islas de Trinidad y Tobago luego de la firma del Tratado de Amiens, hacia el final de las guerras revolucionarias francesas.
Independencia:
A finales del siglo XVIII, una suma de factores como la introducción del Enciclopedismo y la Ilustración, la independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa, la antipatía hacia el centralismo político-económico con la metrópoli y la invasión napoleónica a España, inspiró los primeros conatos independentistas en Venezuela. Ya en 1748 se había sublevado, con algo de éxito, el hacendado cacaotero Juan Francisco de León contra la Compañía Guipuzcoana. Pero tal vez la primera rebelión armada de carácter masivo fue la que desató, en 1795, el esclavo negro José Leonardo Chirino, en Coro, al occidente del país.
Otra conspiración se produjo por parte de Manuel Gual y José María España, en 1797, siendo ésta la primera de raíces populares. Ambas intentonas resultaron fallidas, con sus respectivos líderes ejecutados. Por su parte, el criollo Francisco de Miranda, precursor de la independencia, intentó dos veces, en 1806, invadir el territorio venezolano por La Vela de Coro con una expedición armada proveniente de Haití, y apoyada por los británicos. Sus incursiones terminaron en fracasos por la prédica religiosa en su contra y la indiferencia de la población. La posterior Conjuración de los Mantuanos tuvo igual destino.
La fecha del 19 de abril de 1810 marcó el inicio de la revolución venezolana. Vicente Emparan, para ese entonces el Capitán General de Venezuela, fue destituido por el Cabildo de Caracas. Ello dio paso a la formación de la Junta Suprema de Caracas, la primera forma de gobierno autónomo. La Junta gobernó hasta el 2 de marzo de 1811, día en que se instaló el Primer Congreso Nacional, ente que nombró un triunvirato compuesto por Cristóbal Mendoza, Juan Escalona y Baltasar Padrón. Meses después, el 5 de julio de ese año, se procede finalmente a firmar la Declaración de Independencia. Pero esta Primera República colapsó por la reacción realista. En julio de 1812 Miranda, Comandante en Jefe del recién creado ejército, capituló en San Mateo.
El movimiento tendría nuevo impulso en 1813, cuando el militar Simón Bolívar, luego de hacerse con el control de Cúcuta, emprendió una expedición armada por los Andes y la región occidental, junto con Atanasio Girardot y José Félix Ribas. Luego de hacer público el polémico Decreto de Guerra a Muerte, enfrentó a los realistas varias batallas a lo largo de la ruta hacia la capital. Al terminar la campaña, entró triunfalmente en Caracas, donde se le tituló como Libertador, y donde se proclamó la Segunda República, aunque continuaron los combates en otros puntos del país. Sin embargo, al año siguiente estalló una rebelión leal a la Corona a cargo de José Tomás Boves. El violento empuje de sus tropas forzó a la población a emprender la Emigración a Oriente, así como la expulsión de los patriotas de tierra firme, haciendo caer así la Segunda República.
Desde la Nueva Granada Bolívar intentó una reedición de la Campaña Admirable para rescatar la república, pero por falta de apoyo se trasladó a Jamaica para conseguir apoyo británico, y luego a Haití, donde se refugió el resto de los líderes patriotas. Allí se planificó la Expedición de los Cayos hacia tierra firme, la cual zarpó en marzo de 1816. Luego de tomar la isla de Margarita, los republicanos prosiguieron atacando Carúpano y Maracay, pero fueron rechazados. En una segunda expedición, Bolívar tomó el mando de las tropas republicanas acantonadas en Guayana, con las que logró capturar Angostura y desde donde refundó las instituciones, creando la Tercera República. Por su parte, José Antonio Páez realizó importantísimas operaciones militares para liberar la región central del país al mando de sus llaneros.
La guerra en el llano siguió hasta 1819. Ese año, Bolívar intentó la reorganización del Estado con la instalación del Congreso de Angostura, cuyo resultado fue la creación de la Gran Colombia. En 1820, se firmó el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra, poniendo fin a la guerra a muerte y cesando hostilidades hasta el 28 de abril de 1821. El 24 de junio de ese mismo año, Bolívar se enfrentó a Miguel de la Torre en la Batalla de Carabobo, que se saldó con la victoria republicana. Esta victoria significó la liquidación de las tropas realistas en Venezuela, dejando remanentes que serían derrotados en la Batalla naval del Lago de Maracaibo en 1823. Con la toma de la plaza fuerte de Puerto Cabello por el Ejército Libertador, se logra sellar definitivamente la Independencia.
Gran Colombia:
La República de Colombia, conocida por muchos como la Gran Colombia, integró según su Ley Fundamental a la antigua Capitanía General de Venezuela con el Virreinato de Nueva Granada y la Provincia Libre de Guayaquil, a la que luego se uniría la Audiencia de Quito. El congreso elegido en Angostura se movió a Cúcuta, donde se sancionó una Constitución en agosto de 1821, y en la que se definía la organización política de este Estado. Bolívar fue electo presidente por mayoría, y Francisco de Paula Santander fue hecho vicepresidente. Bolívar continuaría sus campañas de liberación por el sur, en la que propiciaría la liberación del Perú y la creación de Bolivia.
El nuevo Estado reguló sobre el comercio y las instituciones públicas, y también decretó la abolición de la esclavitud. Pero la discrepancia entre bolivarianos (centralistas) y santanderistas (federalistas) tensionó el orden interno. Aunado a la crisis económica, la carente infraestructura, las diferencias idiosincráticas y de intereses, y el deseo de autonomía por parte de los venezolanos para con su territorio, germinó la secesión. La Cosiata de 1826, liderada por Páez, fraguó dicha inconformidad del departamento de Venezuela con el gobierno de Bogotá. Para aquietar la convulsión, Bolívar gobernó por decreto desde 1828, pero ello no impidió la separación de Venezuela, que se manifestó finalmente en noviembre de 1829. En mayo de 1830 se instaló el Congreso de Valencia (capital provisional del país con motivo del congreso) para tomar decisiones con respecto a los pasos a seguir por el Distrito de Venezuela en vista del creciente y continuo distanciamiento con el Gobierno Central. Ello terminó en la secesión de Venezuela de la Gran Colombia y el nacimiento del Estado de Venezuela, al adoptarse una nueva constitución.
Caudillismo y Guerra Federal:
El principal jefe político y hombre fuerte de Venezuela en sus albores como república fue José Antonio Páez, quien se juramentó como Presidente en abril de 1831, y su Vicepresidente fue Diego Bautista Urbaneja. Páez representaba al Partido Conservador, integrado en su mayoría por militares veteranos de la Guerra de Independencia. Hubo relativa paz y la economía mostró una recuperación estimulada por la Ley de Libertad de Contratos de 1834 y las exportaciones de café. En 1835 delegó el poder en José María Vargas, el primer civil en dirigir el país. Ello no fue de gusto para los militares de pensamiento liberal, quienes se rebelaron contra el gobierno en la Revolución de las Reformas. Vargas abdicó en 1836, y su período fue terminado por Carlos Soublette.
Páez, tras haber derrotado una rebelión liberal, vuelve a resultar electo en 1838. Afrontó la crisis económica mundial de ese año, que golpeó duramente a Venezuela, y a la creciente oposición liberal representada por Antonio Leocadio Guzmán, a la vez que iniciaba las disputas territoriales contra los británicos por la cuestión del Esequibo. Soublette fue nuevamente presidente en 1843, y en 1847 es elegido el general José Tadeo Monagas con gran apoyo, pero rompió luego con los conservadores. El intento de éstos en deponerlo desembocó en el atentado al Congreso de 1848. El General se aseguró de que su hermano José Gregorio Monagas fuese hecho presidente en 1851, quien proclamó la definitiva abolición de la esclavitud en 1854. José Tadeo volvió al poder en 1855, pero su régimen autoritario vio su fin en la Revolución de Marzo de 1858, comandada por Julián Castro. Éste último fue nombrado como Presidente Provisional de la República en la Convención de Valencia y posteriormente en Presidente Interino, haciendo de Valencia nuevamente la capital provisional del país.
Los decretos del nuevo gobierno crearon descontento en liberales, y la inestabilidad hizo inminente el estallido de un conflicto armado conocido como la Guerra Federal. El Grito de la Federación marcó su inicio, y se desarrolló como una guerra de guerrillas. Los federalistas liberales obtuvieron importantes triunfos gracias a su líder Ezequiel Zamora, el cual muere en San Carlos en extrañas circunstancias. Le reemplazó Juan Crisóstomo Falcón, tras lo cual mermaron a las fuerzas centrales. En 1863 se firmó el Tratado de Coche, que significó el acceso al poder de los liberales y el fin de una guerra que diezmó a la población. No obstante este resultado, se conformaron nuevos caudillismos regionales con ejército propio. Falcón asumió la presidencia y promulgó su Decreto de Garantías, que abolió la pena de muerte. Esta disposición, ratificada en la nueva constitución, hace de Venezuela el Estado moderno más antiguo en llevarlo a práctica.
Falcón sembró rencor tanto entre los conservadores como en la disidencia liberal, causando que ambos bandos se unieran para derrocarle en 1867 con la Revolución Azul. Un ejército dirigido por Miguel Antonio Rojas se alzó en la región central, con el expresidente José Tadeo Monagas en la región oriental. Dada la difícil situación, Falcón delegó el poder en manos de Manuel Ezequiel Bruzual. Pero al cercar la capital, Rojas firmó el Tratado de Antímano, reconociendo al gobierno y asumiendo el mando militar del país. Los orientales, viendo el tratado como una traición, prosiguieron su campaña hacia Caracas, a la que capturaron finalmente, instaurando así el gobierno de los azules Guillermo Tell Villegas y José Ruperto Monagas.
Liberalismo Amarillo:
Antonio Guzmán Blanco, hijo de Antonio Leocadio Guzmán, tramó junto con su padre el retorno al poder de los liberales. Al huir por el rechazo del gobierno, organizó en Curazao una invasión apoyada por caudillos regionales como Joaquín Crespo y Francisco Linares Alcántara. En 1870 desembarcó en la costa y tomó posiciones por el centro-occidente del país mientras engrosaba sus fuerzas. Tomó Caracas en abril, por lo que su acceso al poder se conoce como la Revolución de Abril.
Una vez hecho presidente, implementó medidas tendientes a modernizar el país e instaurar el orden definitivo, en una plataforma denominada como «Liberalismo Amarillo». Creó el Conservatorio de Bellas Artes, dictó el Decreto de Instrucción Pública y Obligatoria, hizo del peso venezolano la moneda nacional, fomentó la agricultura, organizó el primer censo poblacional del país,46 mejoró la infraestructura e inició una transformación urbanística de Caracas, a la que quiso darle cualidades parisinas, sin abandonar un carácter centralista y autoritario. Combatió varios alzamientos caudillistas, logrando aquietar el turbulento panorama de insurrecciones. Fue su política una promoción del culto a los héroes del pasado, especialmente a Simón Bolívar, como estrategia para unir el país. Igualmente, debilitó el poder de la Iglesia Católica, al pasar al Estado funciones que tradicionalmente eran realizadas por ésta.
En 1877, pasó el mando a Francisco Linares Alcántara, para que continuase su obra y marcharse a Europa. Pero la ruptura de Linares con él y la descontinuación de la línea progresista, provocaron la Revolución Reivindicadora que le derrocó en 1879. Guzmán Blanco tuvo que regresar al país y tomar nuevamente las riendas del gobierno. En esta ocasión designó al bolívar como moneda nacional, y decretó el Gloria al Bravo Pueblo como himno nacional, además de seguir con las medidas político-económicas que habían tenido éxito. Luego de cinco años pasó el mando a Joaquín Crespo, pero los efectos de la introducción del positivismo y la creciente oposición del sector estudiantil que cobró fuerza, por lo que Crespo cerró la Universidad, ameritaron un segundo regreso de Guzmán. Fue elegido por el Congreso para presidir entre 1886 y 1888, pero se retiró en 1887, designando a Hermógenes López para la transición.
Le siguió Juan Pablo Rojas Paúl, quien se alejó de la línea centralista mantenida hasta el momento. Creó la Academia Nacional de la Historia y enfrentó disturbios anti-guzmancistas. En 1890 fue elegido Raimundo Andueza Palacio. Su intento por ampliar su mandato de dos años causó la Revolución Legalista de 1892 encabezada por Joaquín Crespo, quien obtuvo el poder y estableció la presidencia de cuatro años y el voto directo. En su jefatura se malversaron los recursos públicos y hubo mayor endeudamiento, aunque permaneció popular entre sus soldados. Su candidato a sucesor, Ignacio Andrade, venció en las elecciones de 1897, pero su rival José Manuel Hernández, alias el Mocho, acusó fraude y se rebeló en Queipa. Crespo pereció al mando de sus tropas, pero el alzamiento fue derrotado. El saldo final del siglo XIX fue de recesión económica, pero de avances en cultura, tecnología y urbanismo.
Hegemonía andina:
El militar y ex diputado Cipriano Castro acusaba a Andrade de violar la constitución de 1893, por lo que organizó desde Táchira un levantamiento militar de carácter restaurador junto con Juan Vicente Gómez para derrocarle. Castro accedió al poder en octubre. Sin embargo, ratificó a algunos ministros del derrotado gobierno, incluyendo en el gabinete a Andueza Palacio. En 1901, fue elegido Presidente por la Asamblea Nacional Constituyente. Al igual que sus antecesores, por su autoritarismo combatió sediciones. La más sobresaliente de éstas fue la Revolución Libertadora, que culminó con el triunfo de Castro en 1903, cerrando el capítulo de las grandes rebeliones caudillistas. Su gestión siguió el antiimperialismo, negándose a cancelar la deuda con el Reino Unido y Alemania, lo que causó el bloqueo naval que impusieron estos países.
Castro enfermó en 1908, y salió del país para someterse a tratamiento. Días después, su vicepresidente y amigo Gómez perpetró un golpe de estado, prohibiendo su regreso a Venezuela.49 Gómez fue oficialmente presidente desde 1910, para luego ser designado por períodos de siete años establecidos por una nueva constitución, intercalados con gobiernos títere actuando de fachada. Fue inmisericordioso con aquel que le cuestionase. Muchos presos políticos cumplieron como trabajadores forzados, construyendo carreteras por todo el país. Para resistir protestas del estudiantado, cerró la Universidad Central de Venezuela durante diez años. Promulgó la primera Ley del Trabajo, creó bancos para obreros, inició la explotación petrolera y canceló la deuda externa. El movimiento opositor más recordado de su época fue protagonizada por estudiantes universitarios en 1928, de donde surgirían nuevos líderes políticos. También frenó un golpe militar y la invasión del general Román Delgado Chalbaud con el vapor alemán Falke en 1929. Su mayor contribución fue la pacificación definitiva del país, al exterminar a los caudillos y crear la Academia militar de Venezuela, como base de un Ejército Nacional consolidado. La dinámica económica marcada por el comienzo de la explotación petrolera en este período sería la causa de migraciones de población campestre a los grandes centros urbanos desde la década de 1930.
Gómez falleció en 1935, y el General Eleazar López Contreras fue designado Encargado de la Presidencia hasta 1936, y luego Presidente por siete años. Con él se inicia la transición a la democracia: decreta amnistía para los prisioneros políticos y restablece la libertad de prensa. Ese año una gran manifestación pública frente al Palacio de Miraflores demandó mayores libertades civiles, a las que López accedió en parte con su Programa de febrero. Redujo el período presidencial a 5 años, y focalizó sus políticas en la creación de programas asistenciales de salud pública. Además, concretó obras de suma importancia como la creación de la Guardia Nacional de Venezuela, la apertura del Museo de Bellas Artes y del Museo de Ciencias en 1938, y la creación del Banco Central de Venezuela en 1939.
Al término de su mandato en 1941, el Congreso designó Presidente a Isaías Medina Angarita, militar que promulgó una Ley de Hidrocarburos en 1943 que llevó más dividendos monetarios al país, limitando a las multinacionales. En su gestión se decretó el sufragio femenino y la legalización de partidos, se permitió el regreso de todos los exiliados y la liberación de los presos políticos restantes. Creó el primer plan de cedulación venezolana, activó una reforma agraria, apoyó a los Aliados de la Segunda Guerra Mundial, intentó la anexión de las Antillas Neerlandesas y firmó el Tratado de Límites de 1941 entre Colombia y Venezuela. Aunque aceleró el camino a la democracia, aún existían adversarios como Rómulo Betancourt y su partido Acción Democrática. Desde su seno se fraguó un golpe militar en 1945 con ayuda de un grupo militar dirigido por los Tenientes Coroneles Marcos Pérez Jiménez, Luis Llovera Páez y Carlos Delgado Chalbaud, quienes disentían con el tipo de elección presidencial empleada y con muchas medidas de Medina.
Periodo militar y escalamiento económico:
Luego del golpe, se organizó un gobierno “democrático” aunque dominado por el partido Acción Democrática por los siguientes tres años. Se aprobó una nueva constitución en 1947 que otorgó el sufragio directo y el sufragio femenino. En unos nuevos comicios, el famoso escritor Rómulo Gallegos resultó ser el primer presidente venezolano electo de esa forma, asumiendo en 1948. A pesar de eso, Gallegos no completó su período luego de que un golpe de estado meses después pasara al poder una Junta Militar integrada por los mismos rebelados de hace tres años, la cual derogó la constitución. De los triunviros, Delgado Chalbaud era candidato a presidir el país luego de que la Junta convocara a elecciones, pero fue secuestrado y asesinado en 1950. Tras el incidente, Germán Suárez Flamerich fue designado presidente provisional.
Pérez Jiménez permaneció como Ministro de Defensa hasta 1952, fecha de las votaciones para una Asamblea Constituyente. En el transcurso de la jornada, al ver que el opositor URD alcanzaba la mayoría de votos, el oficialista Frente Electoral Independiente desconoció los resultados y suspendió las elecciones. Dos días más tarde, Pérez Jiménez fue proclamado Presidente Constitucional. Su dictadura, que impulsó una constitución en 1953, proscribió a la oposición y coartó las libertades civiles. Su principal organismo policial, la Dirección de Seguridad Nacional, arrestó y recluyó a opositores en el campo de concentración de Guasina, y también los ejecutó. Apoyado por los Estados Unidos por ser parte de la red de distribución petrolera y por su anticomunismo, su régimen también se distinguió por un progreso en infraestructura visionaria y tecnológicamente puntera sin igual para el país. Eso, el fomento especial a la inmigración europea y la completación de ambiciosos proyectos de obras públicas, se enmarcaron como la práctica de un pensamiento nacionalista conocido como el Nuevo Ideal Nacional. A pesar de esto, la antipatía generada por sus actos represivos y sus intenciones de perpetuarse en el poder, incrementó el descontento en su contra.
En contraparte, los indicadores económicos de Venezuela durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, mostraban un país en crecimiento, con baja inflación y altos niveles de empleo. Durante su mandato bajo la doctrina del "Nuevo Ideal Nacional" llevó a cabo la transformación del país, pasando de tener poblaciones rurales a ser una de las referencias del modernismo en Latinoamérica. En este período se construyeron las principales vías de comunicación, que unieron tanto occidente, centro y oriente del país, así como conglomerados industriales y grandes monumentos.
1.4 Entre Abya Yala, Cem Anahuac y América
El navegante Cristóbal Colón emprendió el viaje de descubrimiento que partió de Palos de la Frontera (Huelva, España) en dirección hacia el oeste. La flota a su mando constaba de tres embarcaciones, una de ellas una nao La Santa María a la que se suman dos carabelas, La Niña y La Pinta, y que gobernaba y bajo bandera de la corona de Castilla y fue por las que llegó a América el 12 de octubre de 1492. Colón creyó equivocadamente que había llegado a la costa oriental del Asia, denominándolas como "Las Indias". Ese nombre se difundió para América como hizo Marcopolo con Asia, a su vez entre los europeos emplearon la denominación de "Indias", y "West Indies" para las posesiones británicas, así como la denominación de "indios", para referirse a los indígenas sin distinción a sus diferentes culturas, sociedades y miembros. Colón murió sin saber que su descubrimiento de una nueva ruta naval le había hecho llegar a un nuevo continente y que tendría como consecuencia la conquista e incorporación por los europeos del siglo XV de civilizaciones, culturas, sociedades o individuos indígenas, habitantes de los territorios bajo justificación en tres grandes principios europeos: "Tierra de Nadie" (res nullius), principio que supuso de hecho y derecho el reparto en ocasiones del territorio entre estados europeos a través de la ocupación, por desconocimiento de la propiedad indígena cuando la hubiese. "Tierras para la cristianidad", principio que llevó a su vez a la decisión de difundir el cristianismo a los habitantes de América, habilitando su conversión forzosa en caso de negarse a aceptar esa religión, por el contrario algunos europeos sostuvieron que "los indios no tenían alma" negando la condición humana de los pueblos originarios. "Derechos de conquista" de los estados europeos sobre las civilizaciones o sociedades nativas que se habían impuesto unas sobre otras, de las riquezas naturales y acumuladas de unos indígenas sobre otros, así como en su caso la imposición de utilizar a los habitantes como mano de obra forzada, y que correspondía a quien dominase el territorio. La obsesión por el oro, simbolizada en la búsqueda de El Dorado, caracterizó una forma de Conquista de América basada en el Condotiero acaudillando al soldado mercenario, y de uso entonces en los hechos de armas entre europeos. En 1493 el papa Alejandro VI, le entregó esos territorios descubiertos por Colón y por descubrir, al reino de Castilla, imponiendo la excomunión a cualquier cristiano que viajara a los dominios de Las Indias sin autorización del rey de Castilla (Bulas Alejandrinas), orden que siglos más tarde no fue acatada por británicos, holandeses, franceses, belgas, suecos, rusos. Una década después, el navegante al servicio de la monarquía española, Américo Vespucio describiría que las tierras que descubriría Colón no se encontraban en Asia, sino que era un continente desconocido por los europeos del siglo XV. En honor a ese descubrimiento, los europeos llamarían "América" a lo descubierto hasta entonces, y que más tarde se impuso para la globalidad del continente. Conquista y colonización.
En el mapa del alemán Martin Waldseemüller de 1507, el primero en denominar "América" al continente conocido antes como "Abya Yala" (mayas), "Cem Anahuac" (aztecas) y Vinland (vikingos). El mapa cartografía el Océano Pacífico y el istmo centroamericano antes del "descubrimiento" atribuido a Balboa (1513). El mapa es conocido como el Certificado de Nacimiento de América y se encuentra en la Galería de Tesoros de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Los gobiernos coloniales, organizaron las economías de las sociedades americanas bajo su dominio dentro de un sistema de comercio mundial, con el fin de que proveyeran metales preciosos y materias primas a las economías de Europa, hasta conformar el mercantilismo, como política para el desarrollo de las naciones europeas. Sin embargo, el proceso de gestión se llevó a cabo por un mecanismo de concesiones privadas que, debido a su independencia no terminaba de agradar a Felipe II, que terminó cortando las cabezas a todos los conquistadores españoles, excepto a Hernán Cortés, que renunció al poder y a la autoridad retornando a España a vivir del dinero que consiguió. En 1495, los reyes católicos prohibieron la esclavitud de los nativos, pero Inglaterra y otras potencias impusieron sistemas de trabajo servil para los indígenas, y un extendido régimen esclavista (propio de las civilizaciones americanas, asiáticas, europeas y africanas), que se alimentó del secuestro de personas en África y su traslado forzoso a América. Sin embargo, en 1548, el papa Paulo III confirmó el derecho a tener esclavos, incluso por los miembros de la iglesia, aunque también afirmó que: los «indios», no lo eran y tenían derecho a ser libres, y a liberarse. De hecho, tanto los papas como los reyes de España, se oponían a reducir a los nativos a la esclavitud. No obstante, hubo otras instituciones que proveyeron la mano de obra nativa necesitada por los colonos; yanaconazgo y encomienda, aunque los abusos practicados hicieron mella en algunas conciencias cristianas dando lugar a la importación de esclavos negros de África.16 En las colonias de España, se estableció un sistema de castas que imponía un rol social. Luego de la Conquista de América, algunas de las constituciones de las naciones que se independizaron abolieron la esclavitud, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos y Francia[cita requerida]; otras constituciones como la de Argentina promovían la ocupación de europeos en los territorios poblados por indígenas. En otros países americanos, como el Reino de Brasil y Estados Unidos, la esclavitud continuó hasta la segunda mitad del siglo XIX. Culturalmente, la conquista de América impuso las características de la civilización europea, imponiendo el uso de lenguas europeas, principalmente del idioma español, el inglés, el portugués y el francés, extendiendo la escritura y la economía mercantil, convirtiendo a la población al cristianismo (en el sector ibérico ese proceso se produjo a través de lo que se denominó evangelización, derivada de la misión de salvación de los indígenas que el papa Alejandro VI impuso a las monarquías ibéricas. ) muchas veces con variadas formas de sincretismo en las que persisten las religiones precolombinas y africanas, y la erradicación del canibalismo.[cita requerida] Otro de los aspectos de la colonización trata los sacrificios humanos en las culturas americanas que los practicaban, como por ejemplo los chichimecas, quienes también solían imponer a sus conquistados un sistema similar al feudal. Las culturas europeas y americanas adoptaron mutuamente los adelantos técnicos desarrollados por cada una, durante miles de años de desarrollo de sus respectivas civilizaciones y culturas. La conquista europea se realizó a partir de enclaves urbanos y no penetró o fue rechazada, en amplias áreas del continente que no poseían el grado de civilización de Aztecas o Incas. Así, varios pueblos originarios mantuvieron el dominio sobre vastos territorios hasta finales del siglo XVIII o del siglo XIX, cuando sufrieron una nueva ola de conquista por parte de los estados americanos independizados: la Patagonia, la llanura pampeana, el Gran Chaco, el Mato Grosso, la Región Amazónica, la Región del Darién, las grandes llanuras del oeste norteamericano y Alaska entre otras, permanecieron bajo el dominio de naciones como los Mapuche, Het, Ranquel, Wichí, Qom, Amazónicas, Algonquina, Hopi, Comanche, Inuit y muchos otros. Algunos pueblos indígenas, llamados en el siglo XIX salvajes por los gobiernos nacionales de algunos países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Chile, y también llamados indios por algunas personas en algunos países Argentina o Brasil padecieron acciones de guerra por parte de esos estados nacionales independientes de América y sus fuerzas armadas a lo largo del siglo XIX y XX, lo que ha sido denunciado como genocidio, en tanto sus gobiernos lo han considerado como "acción civilizatoria" o "pacificadora". En la Conquista de América, algunos estados independientes americanos, como Argentina, Chile y Estados Unidos, también llevaron adelante acciones tendientes a ocupar territorios de indígenas en variados estadios de desarrollo; algunos estudiosos sostienen que en dichas acciones estos países llevaron adelante políticas de limpieza étnica y de genocidio, pero otros lo niegan.
En el mapa del alemán Martin Waldseemüller de 1507, el primero en denominar "América" al continente conocido antes como "Abya Yala" (mayas), "Cem Anahuac" (aztecas) y Vinland (vikingos). El mapa cartografía el Océano Pacífico y el istmo centroamericano antes del "descubrimiento" atribuido a Balboa (1513). El mapa es conocido como el Certificado de Nacimiento de América y se encuentra en la Galería de Tesoros de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Los gobiernos coloniales, organizaron las economías de las sociedades americanas bajo su dominio dentro de un sistema de comercio mundial, con el fin de que proveyeran metales preciosos y materias primas a las economías de Europa, hasta conformar el mercantilismo, como política para el desarrollo de las naciones europeas. Sin embargo, el proceso de gestión se llevó a cabo por un mecanismo de concesiones privadas que, debido a su independencia no terminaba de agradar a Felipe II, que terminó cortando las cabezas a todos los conquistadores españoles, excepto a Hernán Cortés, que renunció al poder y a la autoridad retornando a España a vivir del dinero que consiguió. En 1495, los reyes católicos prohibieron la esclavitud de los nativos, pero Inglaterra y otras potencias impusieron sistemas de trabajo servil para los indígenas, y un extendido régimen esclavista (propio de las civilizaciones americanas, asiáticas, europeas y africanas), que se alimentó del secuestro de personas en África y su traslado forzoso a América. Sin embargo, en 1548, el papa Paulo III confirmó el derecho a tener esclavos, incluso por los miembros de la iglesia, aunque también afirmó que: los «indios», no lo eran y tenían derecho a ser libres, y a liberarse. De hecho, tanto los papas como los reyes de España, se oponían a reducir a los nativos a la esclavitud. No obstante, hubo otras instituciones que proveyeron la mano de obra nativa necesitada por los colonos; yanaconazgo y encomienda, aunque los abusos practicados hicieron mella en algunas conciencias cristianas dando lugar a la importación de esclavos negros de África.16 En las colonias de España, se estableció un sistema de castas que imponía un rol social. Luego de la Conquista de América, algunas de las constituciones de las naciones que se independizaron abolieron la esclavitud, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos y Francia[cita requerida]; otras constituciones como la de Argentina promovían la ocupación de europeos en los territorios poblados por indígenas. En otros países americanos, como el Reino de Brasil y Estados Unidos, la esclavitud continuó hasta la segunda mitad del siglo XIX. Culturalmente, la conquista de América impuso las características de la civilización europea, imponiendo el uso de lenguas europeas, principalmente del idioma español, el inglés, el portugués y el francés, extendiendo la escritura y la economía mercantil, convirtiendo a la población al cristianismo (en el sector ibérico ese proceso se produjo a través de lo que se denominó evangelización, derivada de la misión de salvación de los indígenas que el papa Alejandro VI impuso a las monarquías ibéricas. ) muchas veces con variadas formas de sincretismo en las que persisten las religiones precolombinas y africanas, y la erradicación del canibalismo.[cita requerida] Otro de los aspectos de la colonización trata los sacrificios humanos en las culturas americanas que los practicaban, como por ejemplo los chichimecas, quienes también solían imponer a sus conquistados un sistema similar al feudal. Las culturas europeas y americanas adoptaron mutuamente los adelantos técnicos desarrollados por cada una, durante miles de años de desarrollo de sus respectivas civilizaciones y culturas. La conquista europea se realizó a partir de enclaves urbanos y no penetró o fue rechazada, en amplias áreas del continente que no poseían el grado de civilización de Aztecas o Incas. Así, varios pueblos originarios mantuvieron el dominio sobre vastos territorios hasta finales del siglo XVIII o del siglo XIX, cuando sufrieron una nueva ola de conquista por parte de los estados americanos independizados: la Patagonia, la llanura pampeana, el Gran Chaco, el Mato Grosso, la Región Amazónica, la Región del Darién, las grandes llanuras del oeste norteamericano y Alaska entre otras, permanecieron bajo el dominio de naciones como los Mapuche, Het, Ranquel, Wichí, Qom, Amazónicas, Algonquina, Hopi, Comanche, Inuit y muchos otros. Algunos pueblos indígenas, llamados en el siglo XIX salvajes por los gobiernos nacionales de algunos países como Argentina, Brasil, Estados Unidos, Uruguay, Chile, y también llamados indios por algunas personas en algunos países Argentina o Brasil padecieron acciones de guerra por parte de esos estados nacionales independientes de América y sus fuerzas armadas a lo largo del siglo XIX y XX, lo que ha sido denunciado como genocidio, en tanto sus gobiernos lo han considerado como "acción civilizatoria" o "pacificadora". En la Conquista de América, algunos estados independientes americanos, como Argentina, Chile y Estados Unidos, también llevaron adelante acciones tendientes a ocupar territorios de indígenas en variados estadios de desarrollo; algunos estudiosos sostienen que en dichas acciones estos países llevaron adelante políticas de limpieza étnica y de genocidio, pero otros lo niegan.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)